miércoles, 21 de septiembre de 2016

¿Qué hacer con las "quita hombres, rompe hogares y zorras"?


Por: Oralia González Sobalvarro
Señora, ama de casa, mujer de su hogar, dama decente que se da su lugar y hembra que se respeta, acá le tengo la solución sobre como actuar en el caso que usted se encuentre con una mujer de esta calaña: "Las quita hombres, rompe hogares, las zorras" o las sospechosas de serlo, vea estos efectivos consejos:

1.- Ponga mantas en toda la ciudad donde vive la "zorra indecente", con el nombre completo de ella, ah, y no vaya a olvidar la foto donde se le vea bien la cara, así todo mundo sabrá de quién se trata.
2.- Vaya a su trabajo, hable con su jefe porque este debe conocer de la falta grave que comete, para que la despidan y grítele delante de todos lo puta que es.
Escuela de pensamiento filosófico al estilo "María la del Barrio"
3.- También sería recomendable que le pegue, la arrastre, le hale de las mechas, sí es en la calle delante de todos mucho mejor.
4.- Y sí le encontró videos o fotos eróticas de ella en el celular de su marido, divulgelas por Whatapps, Facebook y por todas las inventadas y las aún no inventadas redes sociales, que lo sepa el universo.

¿Es serio que somos capaces de hacer todo esto?, al menos a mí me suena igual de violento, misógino y machista que la violencia que ejercen los hombres hacia las mujeres. Y es que, tanto hombres y mujeres hemos sido socializados en una cultura machista, por lo tanto, nosotras también podemos ser reproductoras de la violencia respecto a la relación con otras mujeres.

El machismo triunfa en parte de la confrotanción y competencia entre las mujeres: en esta esquina tenemos a las "buenas, las santas, las decentes": las casadas, y en la otra esquina están: "las putas, las indecentes, las malas": las amantes, las otras. Y es así, de esta clasificación entre buenas y malas, es como un bando el que goza de aprobación social por no romper la norma, no ofender a Dios, ser la buena de la película se convierte en la opresora de las otras. 
Sin embargo, nos encontramos en una frágil y delgada línea, en cualquier momento podés pasar de ser la "buena decente", a la "puta indecente", todas en algún momento hemos sido clasificadas como putas, por tener varios novios, hijos de varios padres o simplemente ser una mujer que vive libremente su placer y sexualidad,  sí aún no te clafisifican, tranquila, lo harán.
El texto original esta escrito en masculino, yo lo he feminizado.
Toda la atención y "lapidación social" esta concentrada en las mujeres, en este caso en las "otras, las amantes", pero estamos olvidando un pequeñisimo detalle, sí, a los hombres quiénes en este triángulo han perpetuado su poder, control y opresión sobre la vida y cuerpo de las mujeres, no olvidemos, que los calificativos de "zorro, puto, el querido, el otro" no tienen el mismo peso de exclusión, discriminación y odio si los decimos en versión "mujer".

De nuevo, el sistema machista se ocupa de confrontrarnos, no es que corre por nuestras venas y esta en nuestro ADN ser opresoras con otras mujeres, en este sentido Celia Amoros, filósofa y feminista española, se refiere al patriarcado como: "el pacto social entre hombres...", ese pacto en parte incluye, la protección, solidaridad y cuido entre ellos, mensajes como estos no forman parte de relación entre hombres, ellos no son llamados envidiosos, ni traicioneros, es más, un hombre que reproduzca este comportamiento sería llamado: "maricón, cochón, mujercita" evidentemente es agresivo y violento, en la cultura machista perdemos todas y todos.
Los mensajes sobre la rivalición de las mujeres son constantes.
 La trampa esta en hacernos creer que por el hecho de ser mujeres, somos envidiosas y confrontativas, obviando que el aprendizaje afectivo, las relaciones familiares y el cuido lo hemos recibido de otras mujeres, madres, abuelas, tías, hermanas, amigas y maestras por ejemplo. 

No se trata de una "fe ciega" hacia las mujeres como dice: Marcela Lagarde antropologa y feminista mexicana, yo también he roto relaciones con otras mujeres, se trata de: "Una alianza entre mujeres, que propicia la confianza, el reconocimiento recíproco de la autoridad y el apoyo, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y el empoderamiento vital de cada mujer.." ese concepto se llama "sororidad" y forma parte de uno de los principios éticos del feminismo.

 Es urgente hacer más visible relaciones de ternura y cuido que sí ejercemos con otras mujeres y no reproducir actitudes machistas que fortalecen el sistema que nos oprime a todas.

Otro principio ético del feminismo según yo sería: "Nunca hacerle daño a otra mujer", entonces, ¿Qué hacer con las "quita hombres, rompe hogares y zorras"? pues nada, dejemos la sed de venganza al mejor estilo de "Soraya de María la del Barrio" para las novelas y recordemos que con quién hicimos el "acuerdo de fidelidad", por llamarlo de alguna manera fue con su pareja, así que diriga sus inquietudes a él y tome decisiones, siempre puede huir o quedarse en una relación en donde sus expectavas no se cumplan.





1 comentario:

  1. Ecachatamente (diría el maestro Happosai)!
    Cuando descubrí la infidelidad de mi esposo, lo averigüe todo! Y cuando los tuve frente a frente, a ella le dije: "Hola, soy fulanita de tal, esposa por el civil de éste basura que usted me dio la oportunidad de conocer su lado más vil, gracias!"; y él le dije que era un asqueroso, pervertido y con graves problemas psicológicos, porque se había "tirado" a una señora de la edad de su madre, cuando tenía a una jovencita de su edad (26 a.) que había elegido crecer a su lado en buenas y malas. Lo mandé a volar. Y la "otra" quedó muda y pálida por ver mi reacción, que no me le lancé a halarle las greñas mal tinturizadas ni le bajé los verdosoamarillentos dientes! Porque siempre he sabido quién es mi deudor!

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