domingo, 30 de junio de 2013

El muro de la denuncia, las paredes gritan: ¡justiciaaaaaa! Colectivo de Mujeres de Matagalpa-Nicaragua



El muro de la denuncia, las paredes gritan: ¡justiciaaaaaa! 
Colectivo de Mujeres de Matagalpa-Nicaragua

María de 13 años tuvo la fuerza y valentía, de contar que su profesor la abusaba sexualmente, durante un año de forma constante le decía que él estaba enamorado de ella, que le hiciera caso, hacía insinuaciones y propuestas de carácter sexual. Con el apoyo de su Mamá y toda su familia, denunciaron ante la Comisaría de la Mujer y la Niñez, desde el mes de octubre del año dos mil doce, la Jueza del Juzgado especializado en violencia de género de Matagalpa, giro orden de captura contra el profesor abusador sexual: Pedro Elvin Martínez Orozco, es la fecha y aún no han capturado al abusador sexual.

El caso que contamos anteriormente, es una muestra de la incapacidad del sistema de justicia penal y sus instituciones para garantizar que las mujeres, niñas y adolescentes puedan tener una justicia, pronta y oportuna.

A la par de un acompañamiento legal y sicológico a las mujeres que enfrentan violencia, consideramos necesario redefinir, descubrir e inventar nuevas formas de denuncia social, que puedan ser voces eficaces ante las injusticias.

Es así, como nace la idea del muro de la denuncia, ubicado en una de las paredes que da a la calle principal de nuestra organización: Colectivo de Mujeres de Matagalpa-Nicaragua, visible para todas-todos, en este con el puño de las propias mujeres y familiares el día 8 marzo del 2013, se escribieron los nombres y apellidos de agresores, abusadores sexuales, violadores y padres irresponsables que no han sido declarados culpables, están prófugos de la justicia o fueron declarados inocentes ante la incapacidad de administrar justicia de la Policía Nacional, Ministerio Público y Jueces.
En celebración del 8 de marzo se inahugura el muro.

Esta es una forma de recordarle al Sistema de Justicia, las personas cómplices y a la sociedad que allí están los agresores, que no los hemos olvidado, que se tiene una deuda pendiente para garantizar el derecho a la justicia de las mujeres, adolescentes y la niñez.
Escribiendo el nombre de un acosador sexual

Seguiremos retomando esos espacios públicos en las paredes y la denuncia social para instaurar en las consciencia colectiva la urgencia de construir una sociedad más justa, con el derecho de un pedazo de mundo para las mujeres y el derecho a la felicidad y a una vida libre de violencia.
Participación de diversas mujeres

Alentamos a otros espacios, organizaciones o personas individuales a utilizar las paredes como una forma de denuncia pública y ante la injustica e impunidad organizar la rabia y la indignación ante la violencia hacia las mujeres.


Tenemos la esperanza que un día dejaremos de escribir y pintar nombres de agresores y pintaremos flores, soles y risas para las mujeres, hombres, adolescentes y la niñez.